martes, 15 de julio de 2008

BUSCANDO AMÉRICA...O BUSCANDO A EUROPA...?


Buscando América es el título de una canción de Rubén Blades muy representativa de nuestro continente americano, donde dice que el sueño de uno, es el sueño de todos. Como latinos que somos, nuestro continente americano está lleno de memorias, aunque también de sueños rotos, de ilusiones y metas que no llegarán a realizarse, bien sea por la falta de oportunidades, corrupción, altos niveles de pobreza y una repartición de bienes completamente injusta para muchos. Entonces llega ese momento para algunos, en los cuales hay que tomar la difícil y terrible decisión de emigrar a otros lugares lejanos en donde se pueda aspirar a tener una vida digna o mejor de la que se vive en la actualidad.

Entonces me viene a la mente una reseña que leí hace un tiempo atrás en la cual se comentaba sobre el total de 50.5 millones de europeos quienes migraron de Europa entre los años 1846 y 1932, especialmente por causa de las guerras mundiales. Lo más importante de esta cifra, era que los principales flujos de estos europeos trabajadores se dieron en su mayoría hacia América.
Este nuevo período se caracterizó por la puesta en marcha de un "libre mercado" de mano de obra, basado en el desplazamiento relativamente voluntario de trabajadores libres y esta modalidad desarrolló un nuevo contexto económico y político. Las nuevas migraciones internacionales de trabajadores constituyeron un elemento clave en la constitución del mercado capitalista mundial. Todo esto a través de trabajadores con alma y corazón que vinieron a nuestro continente a forjarse y a lograr un futuro más prometedor que el que vislumbraban en su viejo continente, Europa, quien estaba sufriendo por causa de las guerras.

Entonces, me pregunto yo: ¿Es que acaso se puede sufrir de una amnesia total que los países europeos no recuerden absolutamente nada de aquel momento en la historia del mundo? Hace unos días atrás, estos 27 países que conforman la Unión Europea (UE) a través del Parlamento Europeo aprobaron la llamada directiva de retorno, que expone a la expulsión y hasta detención por 18 meses a millones de inmigrantes ilegales, o sea que cualquier persona que inmigre a un país europeo por causa de buscar un mejor futuro para esta y para su familia, de forma automática se convierte en un criminal si no arregla sus documentos y se legaliza en el país donde se encuentre.

Todos tenemos conocimiento de que en su gran mayoría, las personas que abandonan sus países lo hacen motivadas a conseguir un mejor puesto, un mejor salario, una mejor calidad de vida, un mejor futuro para su familia y para sus hijos. Los sentimientos que experimentan por la lejanía de su país de origen, por dejar atrás a su familia y a los amigos, así como abandonar su entorno o zona de comfort, son terriblemente acuciantes y dolorosos. Es muy dificil adaptarse a los países europeos, debido a las grandes diferencias de nuestra cultura latina. Hay una serie de factores que inciden en la adaptación fácil en el viejo continente, por lo cual vamos a mencionar sólo algunas que siempre resultan ser las más relevantes.

La primera es aprender otra lengua, porque en muchos países europeos no se habla el idioma español, entonces se enfrenta el inmigrante al hecho de que el aprendizaje debe ser a "rajatabla" porque si no, no puede comunicarse y menos trabajar para ganar el sustento. El segundo factor es conseguir un trabajo "de lo que sea". Muchos de los inmigrantes son profesionales en sus países, con varios títulos en su haber, han esperado muchos meses una oportunidad de ser contratados en forma justa a sus conocimientos, de pronto se dan cuenta de que no valió el esfuerzo y "quemarse las pestañas", cuando descubren la oferta de salarios irrisorios que no sirven ni para alimentarse ellos solos, menos a sus familias. Entonces deciden buscar al viejo continente y al llegar al otro lado se dan cuenta de que tienen que realizar cualquier trabajo aunque no esté para nada relacionado con sus títulos y su profesión, lo prioritario es conseguir "algo" y que siempre al final resulta más de lo que se ganaba en el país de uno; al menos con lo que le pagan en euros sirve para comer, pagar un cuarto y hasta para ir enviando pequeños giros a los que se encuentran del otro lado esperando noticias y con que comer.

El tercer factor está relacionado con la salud pública. Existen una serie de restricciones en cuanto a la clase o el alcance de la asistencia sanitaria y fue el detonante que motivó a la profesión médica en Europa a solicitar acciones para regular la inmigración latina en Europa. Ellos consideran que los médicos y los centros sanitarios deben tener libertad para atender a los inmigrantes ilegales. Lo cual implica, por ejemplo, oponerse a la obligación de denunciar a estos inmigrantes ante las autoridades (de inmigración) u oponerse a cualquier intención de criminalizar la prestación de servicios sanitarios a inmigrantes ilegales. Por ejemplo, la limitación del derecho a la asistencia urgente puede perjudicar tanto la salud de estos inmigrantes como la salud pública, por lo que no es una opción viable. Deben ser los médicos los que decidan, en función de las circunstancias, cuál es la “atención necesaria” que se debe prestar al inmigrante ilegal.

Según los expertos, las conclusiones para la famosa directiva de retorno están basadas en que la migración es una situación que daña a los países y a los propios trabajadores, ya que éstos están expuestos a recibir malos tratos y a no tener acceso a servicios médicos y de otro tipo. Los países “de origen” experimentan “fuga de cerebros”, dado que pierden trabajadores calificados, y los países “receptores” pierden ingresos fiscales o sufren costos sociales o bien se ven enfrentados a salarios más bajos para los inmigrantes legales o poco calificados. Afirman que son los trabajadores de más edad con familia que se trasladan a países más ricos en Europa tienen más probabilidades de quedarse ahí, pero los trabajadores más jóvenes, solteros y con más educación muestran más inclinación por volver a casa después de trabajar en el extranjero.

En fin, el asunto es que sería preferible darle muchas vueltas a la idea y pensarlo bien antes de "cruzar el charco", evitando exponerse a estas nuevas políticas que afectan al inmigrante. Sería mejor olvidarse del viejo continente y seguir "buscando América..." como dice la canción. ¿No lo creen?

JeanTdeP

1 comentario:

Anónimo dijo...

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