sábado, 3 de enero de 2009

JANUARIUS... LA PUERTA!!!


Con la llegada de Enero, se nos avivan las esperanzas, sentimos que la luz nos llega y que podemos iniciar planes, conseguir todas las metas y lograr todos los sueños que se nos vengan a la mente. Tenemos aliento, tenemos fuerzas y nos sentimos que si podemos alcanzar en un año todo lo que nos propongamos, las famosas resoluciones que siempre tenemos a mano y que al verlas en Enero se nos hacen todas tan fáciles de lograr...


Januarius es la voz latina derivada de janus, y que corresponde al mes de Enero, el cual quiere decir puerta. Cuando los seres humanos encontramos una puerta, nos sentimos propensos a querer entrar y nos imaginamos que podremos encontrar alli muchas cosas, en especial un poco de agua para la sed o un poco de pan para mitigar el hambre. Ya en tiempos de los romanos, a las puertas de enero, con luna de enero, hombres y mujeres, soñaban con el amor primero. Ese amor primero que puede ser, y de hecho lo es, nuestro último amor.


Enero, Próspero Año Nuevo, muy próspero. Bienvenida siempre la prosperidad. Así los romanos acudían a postrarse a los pies de Jano, el dios de la doble faz, solicitándole toda clase de venturas para el año que empezaba y ofreciéndole una torta de pan hecha de harina heñida con sal y vino, en tanto que olvidaban durante los primeros días, los odios y las rencillas entre sí, avivando los sentimientos de paz y amistad, mientras se obsequiaban presentes. Hasta los cónsules, por razones de buen augurio, tomaban el día primero de enero posesión de su ministerio.


Es el momento de tomar respiro y de hacer un alto en el camino, de revisar minuciosamente todas las cosas que hicimos bien o las que hicimos mal, de tomar en cuenta todas las cosas que dejamos de hacer por cualquier motivo y todas aquellas cosas que no nos atrevimos a realizar porque consideramos que eran muy dificiles y que nos quitaban más fuerzas de las que podiamos darles en ese momento. Ahora es el momento apropiado, es el inicio de un nuevo año, tenemos 12 meses por delante y en cada mes podemos ir analizando si hemos cumplido a cabalidad con las metas propuestas.


Una de las razones por las cuales abandonamos nuestras resoluciones es por la falta de planificación. Desde dietas, esfuerzos para dejar de fumar, perder peso, cambiar de trabajo hasta acercarnos más a Dios. La razón obvia para que muchas de estas resoluciones estén siempre en la lista es que no las alcanzamos. Las resoluciones pueden ser metas o deseos. La diferencia entre una meta y un deseo es que la meta involucra acción y planificación. El deseo es solo pensamiento. El querer bajar de peso es un deseo (el cual casi todos anhelamos), el ir al medico, la nutricionista o a un grupo para bajar de peso es acción.


Los deseos son importantes, muchos de ellos se convierten en metas. Los deseos son el comienzo para alcanzar algo. Nos dan motivación y nos empujan. Por alguna razón difícil de definir cuando deseamos algo muchas veces se nos presenta la oportunidad de realizar el deseo y si tenemos la aptitud correcta podemos hacerlo realidad. Cuando los deseos llevan acción y desarrollamos un plan para convertirlos en realidad se convierten en metas. Las metas abren el camino, no todas serán alcanzables, habrá obstáculos a lo largo pero en general las metas nos mantiene motivados.


Así que ahora es el momento de pensar en todas esas metas que quieren lograr, ahora es el momento de poner en práctica nuestras mejores aptitudes porque nos sentimos motivados con el inicio de un nuevo año, recuerden que entre más altas son sus metas, más difíciles serán de alcanzar, pero así mismo la satisfacción y los frutos también serán más grandes, se sentirán felices de lo que han logrado con tanto esfuerzo y sacrificio suyos propios. Los únicos ingredientes imprescindibles para todo lo que se propongan es meterle alma y corazón al 100%... No lo olviden!!!
JeanTdeP