domingo, 1 de agosto de 2021

LA VIDA ES SIMPLE...

 

La vida es simple, solo necesitas hacer un alto y mirar a tu alrededor, todo tiene sentido, nada esta al garete.  Sigue caminando y date cuenta de que se te pueden escapar esos momentos.  No pienses en lo que quedó atrás, piensa en lo que aún te falta por vivir, en todos esos momentos que luego impregnarán tu memoria y te darán detalles de esa vida simple que estas dejando pasar sin prestarle atención.

Estoy iniciando un nuevo año de vida, me siento pensativa, me siento bien, me siento llena de vida, energía y vibraciones positivas, lo mas importante de todo es que me siento amada y apreciada por Dios, por Mamá María, por mi familia y por tantos amigos que me han demostrado ese aprecio durante mucho tiempo.  En las buenas y en las malas, en los momentos de adversidad, de sinsabores y tristezas pero también en los de alegrías, sorpresas y cosas buenas.  Todos esos amigos que me conocen y a los cuales les envío las mayores bendiciones de Dios. 

Este ultimo año de vida, el famoso año de la pandemia, ha sido un año que realmente no pienso agregar a mi cuenta.  Si así como lo oyen, no me parece nada bien que sume si realmente fue como si el tiempo se detuviera, todo fue caos, todo fue dificultades y adversidad, y aún dentro de todo ese marasmo de cosas nada alentadoras, para muchos fue un año de cambios y emprendimientos, de pruebas y logros, en especial para todos aquellos que pasamos "agachados" la pandemia, me refiero a todos los que tuvimos salud a prueba de todo y no tuvimos al virus de compañía. Nos ha quedado el sinsabor de la pérdida de todos aquellos que pasaron a mejor vida y pedirle a Dios fortaleza para sus familias, aunque también ese gozo interno de que tenemos que ser agradecidos porque seguimos vivitos y coleando. 

Tuvimos que aprender a aceptar que la vida no era la locura en la cual estábamos inmersos, la agenda llena, sin tiempo de almorzar, conectados a las redes todo el tiempo y sin tiempo para nadie, solo en un corre corre cada día, sin parar y sin saber que la vida se estaba pasando.  Llegó la pandemia y todo se paralizó, apareció el silencio, la soledad, la convivencia encerrados entre cuatro paredes así como los momentos de angustia, ansiedad causados por el encierro, por el temor del contagio y no sabíamos que nos daba mas miedo realmente, si tomarnos la temperatura o pesarnos.  Era una nube negra encima de nosotros llena de temores y pesimismo por  nuestros familiares y amigos pudieran estar entre la vida y la muerte.  

Ahora nos dimos cuenta de que lo que realmente tiene valor es el contacto entre los seres humanos, los abrazos y besos de nuestros seres queridos, de los amigos, de todos aquellos a quienes les importamos y entonces comprendimos que la vida simple era comer con un amigo en una terraza, tomarse un cafe con las amigas, ir a las librerías a comprar los libros que tanto queríamos leer, tomar el sol, ver una película, disfrutar de la naturaleza, caminar en un parque, perderte por una calle conocida o desconocida, tomar un bus o un tren, sentarte en la arena a mirar el mar y darte cuenta que el sonido del mismo era la paz.  Entonces nos dimos cuenta de que la vida simple era mas sencilla de lo que nos imaginamos y de que ahora que iba a volver nuevamente, no teníamos que pedirle mucho sino pocas cosas.  

Gracias a la vida que me ha dado tanto, así dice una canción de Mercedes Sosa, y es la verdad, no hay nada mejor que el agradecimiento, porque esa es la memoria del corazón.  No creo para nada que vamos a echar de menos al año de la pandemia, aunque estoy casi segura de que será muy difícil olvidarlo, no importa si ponemos el alma y el corazón en ese esfuerzo... lo tendremos allí en nuestra memoria.

JeanTdeP