miércoles, 29 de abril de 2009

YA NO EXISTEN DETALLES...


No sé si alguno de ustedes han escuchado una canción, a mí me "súper encanta", de Jowell y Randy, que dice: "Yo pensé que con una rosa te enamoraría, también creí que con una postal, YA NO EXISTEN DETALLES.... semejantes que puedan conquistarte"... En la misma canción dice luego: "Ya no hay nada que te impresione, que te conquiste algo tan triste que me lleva a la frustación..." Pero la parte que más me llama la atención es la que dice: "Que tu lo que quieres es acción, que no te saque a pasear ni nada... a ti lo que te gusta es el maltrato, etc...."


Y realmente es muy triste ver que esto que cantan aquí a un ritmo tan pegajoso y que gusta mucho, pues es realmente la verdad, en estos tiempos a muchas mujeres les parece fuera de lugar que un hombre les envie flores, que les escriba una postal, que le haga un poema, que le escriba un pensamiento en una postal, uffff.... les parece tan cursi!!! Así he escuchado un montón de opiniones al respecto y me he quedado en shock, por eso fue que me animé a escribir sobre este tema del galanteo, del flirteo, de la conquista y de los tiempos pasados que no volverán...


Me he quedado perpleja de escuchar la canción que dice que lo que queremos las mujeres es acción, es maltrato, pues NO!!! Me rehuso por completo aceptar ese argumento, ya que eso no es así ni lo acepta mi forma de pensar, para nada, soy de las mujeres sensibles, femeninas, que creen en el romanticismo, en el galanteo y en un trato sutil, lleno de delicadeza con cierta autoridad, y cuando digo autoridad me refiero al don de mando sin rayar en el machismo y en que "aquí se hace lo que yo digo o lo que yo ordeno". De igual forma tampoco es cuestión de que como soy mujer, el hombre tiene que hacer lo que yo digo porque con el cuento del sexo débil muchas veces existen mujeres que manipulan a los hombres y lo tienen haciendo lo que se les da regalada gana, detrás de ellas como unos tontos y comiendo de la mano de estas. No mis queridas coterraneas, así no es la cuestión, esa actitud es propia de los famosos feminismos de la era actual que lo que hace es tergiversar el verdadero significado de una relación entre el hombre y la mujer que implica respeto, comunicación, confianza y cariño.


Creo que aún pertenezco al pasado, a las viejas costumbres y tradiciones, en las que los hombres nos hacían sentirnos reinas, princesas, verdaderas damas en toda la extensión de la palabra, en una época en la cual existian los caballeros y todo era con mucha discreción, en donde habia que pedir permiso hasta para hablar con una dama. Si una tenía que cruzar un charco en la calle, no faltaba el atrevido mozo que pusiera su capa, chaqueta o su saco encima del charco para que uno no tuviera que mojarse el zapato y menos los pies... Claro que en esos tiempos las calles empedradas y hermosas de la época, solamente estaban ligeramente dañadas y habian pequeños huecos por causa de los caballos y carretas que corrían en aquel entonces. Si uno tuviera que cruzar esos mismos charcos con los huecos que hay hoy en día en las avenidas, pobrecito del mozo que iba perder su chaqueta en el fondo y pobrecita de la damisela que intentara pisar ese hoyo profundo, solamente escuchariamos su alarido y su caída estrepitosa...


Qué lindo era recibir un poema inspirado en nuestro rostro, en nuestras manos, en nuestro cuerpo sin ser vulgares ni atrevidos. Qué hermoso escuchar piropos y galanteos que nos hacían ruborizar, aunque en el fondo sabiamos que muchas veces eran verdad pero por la discreción de la época no podiamos responder abiertamente y decir como lo hacemos hoy en día. Cuando un hombre y una mujer están en pleno galanteo, lo primero que hacen tanto el uno como el otro es ocuparse de su arreglo personal, lo cual hace que ambos se fijen en lo hermosos que están y la felicidad que sienten al estar al lado del otro. Asimismo, el hombre y la mujer que se sienten atraídos utilizan gestos que dicen a los demás que aquí "hay gato encerrado".... gestos tales como: las mujeres juguetean con el cabello o se acomodan repetidas veces la ropa; el hombre se pasa la mano por el cabello, se endereza las medias o se toca la corbata, todos estos gestos son inconscientes y se hacen de forma automática.


Pienso que es el momento de que dejemos de lado esos pensamientos sexistas, no tengo nada contra las feministas, soy de pensar de que en este mundo "cada loco con su tema", ya me inspiraré en algún momento sobre este tema. En este caso, les hago un llamado a las mujeres, no tengamos miedo de seguir mostrando nuestras emociones y sentimientos, que no nos importe decirles que somos seres de carne y hueso, que somos vulnerables y no tengamos miedo de mostrales a los hombres cuan románticas podemos ser. Olvidemos todos esos pensamientos negativos de que ellos no nos van a querer, de que ninguno nos va a buscar porque soy muy llorona, las lágrimas son hermosas, reflejan nuestra enorme capacidad de amar y de sentir. Olvidemos los prejuicios de que pertenecemos a la época pasada, de que somos "old fashioned", muy por el contrario, somos seres diferentes y Dios nos hizo así porque Dios hizo a la mujer diferente al hombre, no solo físicamente, sino también emocionalmente. Y lo hizo así con toda intención; para que la mujer fuera complemento perfecto del varón. Una definición sencilla de esto es que la mujer es todo lo que el hombre no es. Lo que le falta al hombre, le sobra a la mujer, y lo opuesto también es cierto. Lo que le falta a la mujer, le sobra al hombre.


Al menos, a mi me encanta ser así y no me importa que mi esposo me vea llorando ante cualquier película tanto en el cine como en la pantalla chica, se me aguan los ojos cuando escucho una canción hermosa de Dios en la misa de los domingos, me enternece ver un niño pequeño hacer una "monería" o una travesura, me encanta que me sorprendan con regalos, con detalles, cosas espontáneas, todo esto me hace sentir que dentro de mí estoy viva, eso es todo. Doy gracias a Dios por permitirme tener a mi alrededor hombres que aprecian esa forma de ser (esposo, hijo, cuñados, primos, amigos de años y algunos conocidos) que les encanta ser cariñosos, detallistas, románticos y a nosotros sus mujeres, que disfrutamos con expresar nuestras emociones, sin miedo al que dirán. Todo es cuestión de proponerselo, de animarse a soltar todo aquello que sentimos nos ata a pensamientos negativos, a barreras y muros que obstaculizan nuestro verdadera forma de ser y no nos dejan ser libres.


Ahora es el momento de mostrarle al mundo que somos diferentes, que somos sensibles, que nos encantan los detalles y que somos felices con los piropos y galanteos, que tenemos sentimientos, que tenemos alma y corazón, que nuestra capacidad de amar es inmensa, como grande puede ser el mar y el cielo juntos... No lo olviden!!!
JeanTdeP

viernes, 17 de abril de 2009

QUE PENA...!!!


Según el diccionario de la Real Academia Española, el término pena (viene del latín "poena") tiene muchos significados, algunos de los cuales me permito exponerles aquí:
  1. Castigo impuesto conforme a la ley por los jueces o tribunales a los responsables de un delito o falta.

  2. Cuidado, aflicción o sentimiento interior grande.

  3. Dolor, tormento o sentimiento corporal.

  4. Dificultad, trabajo.

  5. Cinta adornada con una joya en cada punta, que usaban las mujeres anudándola al cuello y dejando los cabos pendientes sobre el pecho.

  6. Velo de luto riguroso que, sujeto del sombrero, llevaban las mujeres, flotante sobre la espalda.

  7. Caribe, Am. Cen. y Méx. verguenza.

  8. C. Rica, Guat., Hond. y Nic. pudor.

  9. C. Rica. encogimiento.

Desde hace dos años vengo escuchando esta frase, día tras día, en cualquier momento en el que estoy haciendo cualquier cosa especialmente en la calle y en los lugares públicos, bien sean empresas o negocios que frecuente, tales como cafeterías, restaurantes, bancos, cines, en fin cualquier lugar público en el cual me encuentre. La primera impresión que tiene uno cuando la escucha, es como si fueran unas disculpas por haber infringido alguna regla de cortesia, por tropezar a alguien, por cometer una imprudencia o por haber realizado algún acto contrario a lo decente.



Para mi este término tiene una connotación sensible, que va aunada a las emociones de cada persona, me refiero a la pena que puedo sentir porque estoy triste por muchos motivos tales como pérdida de alguien o de algo, decepción, luto, etc. Así mismo, la pena que puedo sentir porque he sido exhibida, expuesta de forma indebida o en una situación incómoda para mi, especialmente si ha sucedido frente a un público que no era el adecuado en ese momento. Mi opinión actual al respecto de esta frase y su uso en la sociedad en la cual me encuentro, es que muchas veces está basado en la hipocresía, en la falsa actuación de las personas frente a las otras, en la falta de cortesía y en la pérdida de valores como el respeto o la consideración que tengamos con los demas. Ahora les cuento por qué tengo esta opinión. No es fácil lidiar con las personas faltas de cultura y las personas poco importa, especialmente cuando uno trata de estar en armonía y paz con los demás seres humanos que nos rodean.



Hace unos días estaba en el supermercado, había comprado un par de artículos que no llegaban a diez, por consiguiente me tocaba hacer fila en la caja de 10 artículos, pero cuando llegué a una de estas cajas me di cuenta que la misma estaba demasiado llena y tenía cierto apuro para realizar otras diligencias, por lo que decidí tomar una de las otras cajas normales, percatandome de que habian unos carritos súper llenos de comida delante de mi. Aún así me di cuenta de que esta caja uno avanzaba más rápido. De pronto me di cuenta de que uno de los señores que estaba en la misma fila que yo, se salió y fue directamente a la cajera de la fila de 10 artículos, pasando por encima de las 10 personas que habían en ese momento en dicha fila. Cuál no sería mi sorpresa al ver esto, la cara tan tranquila de este señor quien iba con su esposa empujando un carrito lleno de comida (por supuesto que más de 10 artículos) y con toda la frescura del mundo dijo: Qué pena....!!!! Por supuesto que todos los que estaban en esa fila soltaron toda clase de improperios e insultos al hombre, quien muy tranquilo siguió en la caja descargando su montón de artículos, entonces escuché que alguien dijo: La cultura no pelea con nadie... qué interesante, no?



Otra anécdota que me sucedió fue debido a la falta de costumbre de ser puntuales aún cuando sea para entretenernos nosotros mismos y disfrutar de una buena función en el cine, costumbre sumamente arraigada aquí. En los cines existen dos filas, una para las reservaciones que previamente se han hecho en internet o por teléfono y otra fila que es la normal donde cualquiera solicita la entrada al cine, teniendo que revisar la pantalla y escoger el puesto que desea. A mí se me hace más fácil hacer esta reserva en casa y evitar la fila más larga, por lo tanto, al llegar al cine, fui directamente a la fila de reservas. En el momento en que iba llegando al primer lugar de la fila ya que no habia nadie, sale un hombre, ya maduro, quien se movilizó de la otra fila por delante de las dos filas y llegó antes que yo al primer lugar de la fila de reservas, así que como yo apenas iba llegando quedé detrás de él y le pregunté: Esta es la fila de reservas? Se me quedó mirando como pasmado y me dijo: Este... eh...si esta es.... Cuando el sujeto llegó adelante, cuál no sería mi sorpresa al ver que el sujero estaba apenas escogiendo la película, revisando la pantalla y decidiendo cuales puestos (3 en total) iba a tomar con su familia. Cómo yo ni corta ni perezosa, dije: Señor disculpe pero esta no es la fila regular... el se volteó y me dijo: Qué pena...!!! Así que solamente me quedó recordar la famosa frase: La cultura no pelea con nadie...



En algunas ocasiones en las cuales me ha tocado montar en el Transmilenio, si por alguna desgracia se encuentra uno cerquita de la puerta de entrada, pues prepárese para lo que le vendrá. Usualmente todo el mundo se aglomera en la entrada y no hay poder humano que mueva a toda esa gente por diferentes áreas, así que cuando la puerta se abre y entran como una tromba, solamente sientes el tremendo empujón que te dan, especialmente cuando saben que la puerta ya va a cerrarse de un golpe y nuevamente escuchas: Qué pena...!!! Mientras tanto tu cerebro comienza su sistema de verificación de todas las partes del cuerpo para descubrir donde está el punto de dolor causado por el magullón que acabas de recibir... Y ni te quieras imaginar cuando se suben esas chicas con botas y zapatos de tacón tipo stiletto, de pronto sientes que te lo insertan en el empeine de uno de tus pies, o sea un tremendo pisotón y por supuesto no faltará el famoso: Qué pena...!!! y uno con el dolor en su máxima expresión, que te permite ver al diablo en persona. Allí mismo, me he dado cuenta de que los asientos azules son una causal de pelea, me refiero a aquellos que utilizan las personas mayores, las embarazadas, los discapacitados o los niños. Muchísimas veces he escuchado a una joven algo obesa y que al mismo tiempo se le nota que está embarazada, sentarse en las sillas azules y luego escucho a alguien escondida en el montón de gente que va parada la frase: Qué pena...!!! pero esta gorda tiene que ir a bajar la panza y no hacerse la embarazada...Qué les parece?? Por supuesto que estas situaciones me recuerdan al famoso "quitate tu para ponerme yo" de Marc Anthony.



Otro caso que me sucede repetitivamente, es el de los taxis que utilizo diariamente, especialmente cuando voy a pagar y no tienen el cambio correcto, el cual siempre está relacionado con las monedas de 100, 200 y 500 pesos. Al llegar a mi destino, es preferible que lleve yo el cambio correcto porque si no empieza esta situación incómoda para mí, pues representa una pelea que no deseo tener, y claro, al final escucharé: Qué pena...!!! pero no tengo los 100, 200 o 500 pesos. Y entonces tengo yo que hacer de Rico Mc Pato y regalar mi cambio porque: Así es la vida... que le vamos a hacer y porque siendo extranjera, viviendo en el norte, es de suponer que no me hace falta ese cambio... verdad???



El último y no menos importante, fue el que nos tocó visualizar a un gran amigo y a mi, en primera fila en el estacionamiento del Centro Comercial Unicentro. Había un espacio a la mano izquierda y en el medio del espacio se encontraba una señora que le hacía señas a otra señora quien estaba con su auto en el lado derecho de la calle, tratando de maniobrar para meterse al espacio libre. Realmente para mi gusto, pienso que esta señora se habia abierto mucho del lado derecho. Delante de nosotros iba una señora "muy pilas" que frescamente avanzó y fue metiendo su auto en el espacio que ya estaba siendo reservado, pasando por encima de la señora que estaba maniobrando a la derecha. Como ustedes comprenderán, todo esto sucedió en un santiamén y para sorpresa de la señora "demasiado fresca" que queria meter su auto de todas maneras, haciendo uso de la fuerza y tirandole el auto a la pobre señora que estaba en el medio del espacio, tengo que reconocer que la señora que estaba parada en el medio del estacionamiento defendió "a capa y espada" su espacio, por lo que la "fresca" tuvo que volver a echar el auto para atrás e irse a otro lado a rumiar su amargura. Por supuesto que mientras estabamos en primera plana observando todo, escuchamos a la señora "demasiado viva" decir muchas veces: Qué pena....!!!



En fin, creo que podría pasarme horas y horas relatando las incontables anécdotas que he vivido en todo este tiempo relacionadas con esta frase: Qué pena...!!! Por lo que me permito hacerles un llamado a las buenas costumbres, a la empatía y a la armonía, a todos los que viven en esta sociedad sobre la connotación que se le está dando a esta frase. Si realmente las personas expresan un sentir y una emoción sincera al decir esta frase, si realmente sienten pena, verguenza, dolor, aflicción por haber tropezado, empujado, agredido, insultado o irrespetado a algún ser humano, pasando por encima de él, o si muy por el contrario, en el fondo la sueltan así sin más por decir, o porque representa rechazo, rencor, odio, amargura, egoísmo, desinterés hacia las demás personas, encontrando las verdaderas razones algunas como: "Ya se me metió esta vieja o viejo por delante..." "que se aparte que no me deja pasar..." "que se quite que tengo prisa..." "todo lo mío es más importante que lo tuyo..." "soy mejor que tú..." "Estás interfiriendo con mi tiempo..."



Muchas veces los seres humanos vivimos en un corre corre todo el tiempo, y nos dejamos arrastrar por las costumbres de los demás, que en muchas ocasiones no reflejan realmente nuestra buena educación y nuestra forma de ser. Tenemos que hacer un alto y revisar a conciencia, si nuestro proceder va acorde con nuestra forma de ser, que muchas veces es solidaria, altruista y de empatía con los demás. Todos tenemos que poner de nuestra parte, no es fácil, porque muchas veces tenemos dentro de cada uno muchísimos problemas, situaciones, sinsabores que nos hacen encarar la vida cada día como si arrastraramos cadenas o como si odiaramos a la humanidad, cuando en realidad las demás personas no tienen la culpa de todo lo que estamos pasando. Cada vez que escucho la famosa frase: Qué pena... entonces dentro de mi, respondo: "De pena murió un burro en Cartagena..." y así canalizo con buen humor el resultado de escuchar y saber su verdadera connotación. Somos nosotros mismos quienes tenemos que buscar la solución a nuestros problemas, de canalizar de forma positiva todo aquello que nos afecta y de poner "al mal tiempo buena cara..." , haciendo las cosas con alma y corazón encontraremos nuevas maneras de encarar viejos problemas. Es importante el crecimiento interior de cada uno, nuestra cercacía a Dios nos ayuda a mantener esa paz espiritual, que al final se reflejará en nuestras actuaciones... No lo olvides!!!
JeanTdeP

martes, 7 de abril de 2009

OJO POR OJO...DIENTE POR DIENTE...

En esta ocasión he sentido las ganas de conocer a fondo la famosa Ley del Talión... Ojo por Ojo y Diente por Diente.... por lo que al leer sobre esta Ley me ha venido a la mente comentarles sobre la inmensa cantidad de veces que a los colombianos los hacen padecer muchísimos malos momentos, vejaciones, maltratos y situaciones sumamente incómodas en los aeropuertos de muchos países. Los ciudadanos del común no tienen otra salida que “aguantarse” ya que es normal que les sucedan este tipo de situaciones, aunque recuerdo que en el año 2005 leí publicada una reseña sobre el maltrato cometido por las autoridades del Aeropuerto de Miami, con la Ministra de Relaciones Exteriores de Colombia la cual viajaba hacia Washington y a quien le hicieron quitarse los zapatos, los artículos de metal que llevaba y adicional le revisaron su maleta.


Todo esto se consideró una falta de respeto con esa figura pública por lo que en aquel entonces el periódico El Tiempo volvió a poner sobre el tapete el maltrato que a diario viven los ciudadanos colombianos en el exterior. Entre las situaciones, se repitieron historias de personas que fueron retenidas por más de seis horas en interrogatorios por los departamentos de migración y controles extremos hacia los colombianos en Europa, Norteamérica y Asia.


En el artículo antes mencionado, el caso que mas llamó la atención fue el de un colombiano quien contó que cuando entró por primera vez a Estados Unidos lo separaron de la fila de migración, le dijeron que la visa era falsa, que “los colombianos tenían la habilidad de mentir y falsificar documentos” y le sacaron todas sus pertenencias en una mesa. A las pocas horas, lo dejaron ir.


Pero esto no es lo más importante, lo que realmente me hizo sorprenderme fue conocer que existen muchos ciudadanos colombianos que cuando consiguen otra nacionalidad, deciden guardar el pasaporte colombiano para evitarse problemas. “Desde que soy también holandesa no uso para nada mi pasaporte colombiano. Ya he tenido la experiencia de que cuando uno viaja desde Colombia las maletas llegan con los candados rotos”, dice una mujer que prefirió omitir su nombre.


Para mí, esta no es la mejor forma de enfrentar un estigma, escondiendo la cabeza en la tierra como la avestruz y tratar de olvidarse de esta situación que todos conocemos y que está relacionada con el narcotráfico, el uso de mulas a diario para el transporte libre de drogas y las consabidas muertes de muchos colombianos que aceptan este trabajo. Así como tampoco acepto que se haga de la otra forma en que pareciera que viene haciendose en estos momentos en el Aeropuerto de Bogotá, por las Autoridades de Narcóticos y es aquí donde yo considero que entra en rigor la famosa Ley del Talión y mi conclusión sobre este tema viene del mejor ejemplo que uno puede tener o sea el que le suceda la misma situación a un simple mortal, extranjero como yo y como muchos que conozco, y que la misma ponga de manifiesto el conocido: Ojo por Ojo... Diente por Diente...

Aquí tienen la historia de mi amigo y el cual quiso llamar a su anécdota:

"PENURIAS DE UN TURISTA EN EL
AEROPUERTO EL DORADO DE BOGOTA-COLOMBIA"
"La penuria ocurrió en el aeropuerto El Dorado, de regreso a mi país, cuando una oficial de forma abusiva y en tono no muy agradable, me solicita que me haga una prueba de rayos X en el abdomen, y me resalta que es de forma voluntaria. Al decirme la oficial que es de forma voluntaria, le conteste entonces me puedo negar???A lo que me contesto que si, pero que me iba a ir peor por que podían llamar a la INTERPOL, y un sin numero de cosas que me harían, las cuales parecían sacadas de un cuento de terror. Por lo que accedí a realizarme la prueba enseguida (el que nada debe nada teme). En el momento que la oficial nos solicita, entrar a la oficina donde realizan las pruebas, me doy cuenta que somos cinco (5) personas que la vamos a realizar y que todos estábamos en sobrepeso, u obesos por lo que le pregunte a la oficial, si es que la prueba solo se le practica a las personas que están en sobrepeso!!!.
Cuando le pregunte esto a la oficial, se armaron de valor los que estaban en la fila de tras de mi y comenzaron a exclamar, que eso que yo digo es cierto, es más uno de ellos gritó eufórico que era la tercera vez que le hacen esa prueba en este aeropuerto, que si es un pecado ser gordo en Bogota???? Al ver la oficial que con mi pregunta los demás habían reaccionado de esta forma, procedió a revisarme hasta los zapatos!!!!!! Después de revisarme hasta la saciedad ningún oficial procedió a disculparse o tan quisiera darme una palabra de aliento para olvidar todo el inconveniente que me hicieron pasar. (Por tratarse de un turista) Al salir de ese cuarto me llenó una tristeza y sentí como si hubiera sufrido una violación, prácticamente mataron el sentimiento de querer regresar en las próximas vacaciones, y muchos menos recomendárselos a mis amigos que son mas gordos que yo!!! Esta anécdota la dejo impresa, con el sentir de que reflexionemos el trato con las personas y mas si somos turistas. Estoy conciente que hay que mantener controles estrictos en los Aeropuertos, pero el buen trato y la frase disculpe por los inconvenientes es igual de importante para todos los turistas que fuimos sometidos a estas revisiones severas."

Que experiencia tan terrible y tan impactante para alguien que vino con la esperanza de conocer la famosa cultura y educación de este país, que fue atraído por el llamado "buen servicio y buena atención" de los colombianos, así como la calidez de los habitantes de muchas de las distintas regiones de Colombia. En uno de sus párrafos me comentó:
"No pasó mucho tiempo para darme cuenta, que la mayoría de la gente tiende a no hacer ningún contacto, ni para pedir la hora, ni direcciones de calle, ni cualquier otra cosa que se parezca, y viven encerrados en ellos mismos para no hacer contacto con nuevas personas. Pareciera que el frío de Bogotá, también afectó la calidez humana de algunas personas, hasta daba la impresión que solo tratan con la gente que poseen algo de valor o son importantes. Sin embargo, este comportamiento se ve más, con las personas del lado norte de Bogotá, ya que mi experiencia en el lado sur fue diferente, que es el lado donde vive la gente un poco más humilde."
Como siempre, me vienen muchos dichos y refranes al respecto, entre estos, "lo cortés no quita lo valiente, ser humilde no te hace ser menos que los demás y tampoco permite que te humillen, la generosidad no estriba en que me des lo que necesito más que tú, sino en que me des lo que tú necesitas más que yo o también este otro, valiente es el que tiene miedo y lo enfrenta". Soy de pensar en que la cultura nos hace diferentes a los seres humanos, pero no estoy de acuerdo en que se le achaque a la cultura, el mal proceder, comportamiento o actuación de algunos individuos que puede rayar en discriminación, así como la pérdida de valores convierta en costumbres y tradición ciertas actuaciones de los habitantes de un país.



Me pregunto si estas situaciones que se están dando en el Aeropuerto El Dorado son una respuesta a la famosa Ley del Talión, la cual según los expertos constituye el primer intento por establecer una proporcionalidad entre daño recibido y daño producido, siendo así el primer límite a la venganza libre. Me quedo pensando en voz alta si todo esto que sucede, es una actividad meramente de seguridad con la finalidad de evitar que el narcotráfico siga afectando la imagen del país o si realmente existe un deseo a lo interno de las autoridades de hacer sentir a los extranjeros lo mismo que le pasa a sus paisanos en otros aeropuertos del mundo... Qué creen ustedes??? Se lo dejo a sus conciencias...


Solo me queda decirles que cada persona que conocemos y con quien nos relacionamos, trae consigo una lección importante para nosotros, algo que vale la pena aprender o algo que deberíamos evitar. No somos jueces, ni fiscales, ni supervisores de la vida de los demás, aprendamos discretamente la lección que cada ser humano representa, aprovechemos lo bueno de cada quien y procuremos evitar lo negativo. Mejoraremos cada día un poco más y recordemos que cada cosa que hacemos, si la hacemos con alma y corazón, será nuestro legado a los demás...No lo olviden!!!
JeanTdeP