jueves, 30 de julio de 2009

A CIERTA EDAD...




Dicen que a cierta edad las personas nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años muy jóvenes, las figuras delgadas y espectaculares...Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo...


Es muy probable, pero nunca fui tan consciente de mi existencia como ahora, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento de mi existencia. Descubrí que no soy una princesa de un de cuento de hadas. (¡¡Por suerte!! debe ser muy aburrido).


Descubrí al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas. Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, de equivocarme, de hacer cosas indebidas, de no responder a las expectativas de los demás. Y a pesar de ello.... ¡quererme mucho!


Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui... Sonrío a la que soy... Celebro la posibilidad de elegir, a cada instante quien quiero SER, me alegro del camino andado, de la experiencia que me dieron estos años. Asumo mis contradicciones. Valoro lo recorrido. Tan mal no me fue... ¡Estoy acá!


¡Qué bien vivir sin la obsesión de la perfección! Después de todo cuando decidí, que no quería la perfección, comencé a accionar y a alcanzar objetivos, como bajar todos esos kilos que tanto pesaban en mi vida! (Y no sólo me refiero al peso corporal sino a los sentimientos!)


¡Qué bien no sentir ese desasosiego permanente que produce correr permanentemente buscando que todos te quieran! ¡¡¡Qué bueno está empezar a quererse y respetarse uno!!! ¡Qué maravilloso reconocer que la felicidad está tan cerca nuestro, tan relacionada con nuestras búsquedas y nuestros mágicos encuentros interiores!

¡Qué suerte haber comprendido que la magia y el poder no están en el afuera, sino en mí!

Autor: Desconocido
----------------------------------------------------------------------------------
A la víspera de un año más de vida, he querido publicar este escrito de un autor desconocido pero que llamó poderosamente mi atención por su similitud con mi experiencia de vida y forma de ser... Ante todo, quiero darle gracias a Dios por tantas bendiciones que he recibido no solo en este último año sino en todos esos años que forman parte de mi pasado...

Solamente puedo decirles que entre todo lo bueno que he recibido las cosas más importantes son: luz a mi existencia, fortaleza a mi ser, perseverancia en mi actuación, fe en lo que emprendo y caridad para con mis semejantes, Dios dice que la caridad empieza por casa, así que si doy el 100% allí, se imaginan lo que puedo dar hacia afuera...??? Gracias Señor por permitirme tratar de ser mejor cada día y de ayudar a todo aquel según tu voluntad!

Como siempre no puede faltar el agradecimiento a mi familia, amigos, compañeros de universidad, de trabajo, conocidos, en fin todo aquel que me ha conocido o me conoce, yo siento el aprecio y cariño que me tienen, son ustedes quienes hacen mi existencia especial, diferente y llena de energía. Aqui en esta nota no se puede mencionar al total de las personas maravillosas que conforman mi vida, son muchísimas y ellos lo saben...Gracias a todos y todas!

Un abrazo en la distancia, JeanTdeP

lunes, 27 de julio de 2009

ACEPTANDO LOS CAMBIOS...


Si echamos una mirada hacia atrás, me refiero al pasado y como los cambios han influido en nuestra vida, como la vida misma ha transcurrido nada tranquila o pacífica, realizamos que han pasado muchísimas cosas, buenas, malas, alegres, tristes, espectaculares, embarazosas, hilarantes, destructivas, emocionantes, en fin, cosas que de alguna u otra forma nos han hecho diferentes, nos han cambiado algo dentro de nosotros, nos han ayudado a mejorar o en algunos casos a desmejorar, nos han hecho fuertes o vulnerables. Lo que si es muy real es que cada situación pasada nos ha permitido observar con claridad nuestra verdadera forma de ser y de actuar ante las diferentes situaciones de la vida misma.

El crecimiento interior de cada uno de nosotros depende en medida de las experiencias que logremos captar de esas situaciones en las cuales nos vemos involucrados, ya sean buenas o malas, todo depende del cristal con que se mire y a lo que me refiero es a como recibimos esos cambios. No es nada fácil pasar por experiencias traumáticas, dolorosas o riesgosas, eso nos pasa a menudo con situaciones en las cuales desde un principio sabemos que no nos conviene, pero no importa, como autómatas vamos directos a ella y luego pues como era de esperarse sale mal, aquí la cuestión es tratar de salir lo más airosos que podamos y luego solamente nos toca aprovechar todo eso como un cambio en nuestra vida y sacar el mejor partido del mismo.

Como bien dice Paulo Coelho sobre el famoso escrito de "Cerrando Círculos", que: Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación... una aseveración muy inteligente, muy exacta de lo que realmente hacen los cambios en nuestra vida. Todas las cosas que suceden en nuestro pasado, allí deben quedarse, ya pasaron y no volverán por mucho que hayan sido las mejores y que los momentos hayan sido inolvidables, deberán permanecer allí. Y si cabe la posibilidad de que existan recuerdos físicos o tangibles de esos momentos, es cuando debemos soltarnos, dejarlos ir, hacer cosas como tirar o romper fotos, documentos, escritos, cambiar la rutina, dice también que vender o regalar libros... todo esto nos parece tan difícil porque representa una parte de nosotros y al hacerlo sentimos que algo se nos va, pero es una idea que nos va a ayudar a desengancharnos y a desconectarnos de esos recuerdos, de ese pasado que nos afecta y no nos deja vivir libremente el presente en el cual nos encontramos.

Es todo un proceso tal y como lo llama Coelho, de desprendimiento y de aprendizaje de todas las cosas que nos atan, que nos detienen, que nos retienen a veces contra nuestra voluntad. Cada uno de nosotros es diferente cada segundo, cada minuto, cada día, cada mes, cada año que pasa, el tiempo no pasa en vano, nos afecta sobremanera en nuestra forma de ser ante los demás y ante nosotros mismos, asi como afecta nuestras actuaciones y lo que sentimos frente a diferentes situaciones a las cuales nos enfrentamos cada momento. Cómo el dice y es muy cierto: "nada ni nadie es indispensable", todo tiene su momento, todo tiene su razón de ser, y todo esto son cambios reales en nuestra vida por lo que tenemos que seguir adelante para poder lograr ese apoyo hacia nosotros mismos que nos permita mejorar y crecer en nuestro interior.

Todo esto me hace recordar también la famosa historia de "Quien se ha llevado mi queso" de Spencer Johnson, el cual nos hace analizar cómo podemos adaptarnos a un mundo que se encuentra constatemente en cambios. Realmente el autor nos relata una historia de cuatrtoncitos que se la pasan buscando "queso" y todo esto sucede en un laberinto. Realmente el queso viene siendo en este caso, una metáfora de lo que cada uno de nosotros quiere tener en la vida, cosas como felicidad a través de una relación amorosa, ser saludable, tener dinero, una casa hermosa y grande, un trabajo espectacular, libertad para hacer lo que uno más le gusta, hacer deportes, viajar a todos lados y poder hacerlo sin escatimar dinero, tener salud, reconocimiento y fama, y lo más importante realmente es la verdadera paz interior.

Si analizamos esta historia, es realmente una forma acertada de ver como los cambios pueden trastornar nuestra vida, es completamente cierto que cada uno de nosotros tiene una idea diferente y propia de lo que es su queso y sigue detrás de ese queso porque cree que eso lo hará feliz. Si lo consigue, se acostumbra, se encariña, se ilusiona con su queso, pero si lo pierde, allí viene la catástrofe y la experiencia en la mayoría de los casos, puede ser desastrosa. No es fácil aceptar los cambios y si vivimos permanentemente en un alud de cambios, el resultado es muy estresante, a menos que aprendamos a ver el cambio de una forma que nos ayude a comprenderlo y para lograrlo es necesario que salgamos completamente de nuestra zona de "comfort", de donde nos sentimos cómodos para tomar el riesgo de hacer las cosas y de afrontar los cambios que tenemos frente a nosotros.

Recuerda que siempre tendrás un futuro de posibilidades, cualquier cambio es posible si tu lo permites, atrévete a salir de tu zona de comfort y así evitarás que tu proceso se detenga, recuerda que lo puedes lograr con alma y corazón... No lo olvides!.

JeanTdeP